19 dic 2014

El poema

Donde alguien abra tan lentamente una pesada puerta que cada uno de los mínimos sonidos -las llaves, la cerradura, el pomo, los goznes- se espacien tanto entre sí que no parezcan ya el ruido inconfundible de una puerta al abrirse sino una sucesión extraordinaria de mínimos acontecimientos, uno detrás de otro.
Y entrar por algo que ya no es una puerta.

5 nov 2014

Poder y verdad

Cuando llegó la hora de decir la verdad, sin dudarlo atrasaron sus relojes.

4 oct 2014

La poesía o la casa abandonada

Un hombre solitario llega a una casa abandonada a las afueras de un pueblo donde las luces se encienden y se apagan siempre a la misma hora.
La puerta está abierta porque nadie se ha molestado en cerrarla, pues lo que hay de valor en ella solo es lo que ya se han llevado los antiguos moradores. Quedan, sobre la mesa, las cáscaras de algo anterior al tiempo como un puñado de preguntas sin respuestas.
El hombre ocupa un sitio en una alcoba. Pasan diez, veinte años y, de puro amar lo que no existe en aquella casa abandonada, ha conseguido adecentarla con su sola presencia, y engalanarla con su alegría, y honrarla humildemente con unos pocos muebles que sus propias manos han construido. ¿Quién se atreve a decirle que no es suya?
Cuando los habitantes del pueblo necesitan alguna cosa del hombre que vive en las afueras -un hacha bien afilada, leña seca, un poco de compañía-, llaman con los nudillos a la puerta, en señal de respeto, aunque esta sigue abierta como el primer día en que llegó.

26 sept 2014

Desde El balcón en invierno

Hay algo profundamente musical en El balcón en invierno, el último libro de Luis Landero. Quizá es la forma que tiene el autor de saltar por el tiempo, como dando a las teclas justas -aquí y allí, un poco con rumbo y un poco a la deriva- de un piano misteriosamente afinado. O quizá solo sea la impresión de algo que huye -un hombre o la sombra de un hombre- por el interminable corredor que hay detrás de las palabras, y que no admite ser nombrado sin nombrar a la muerte. Todo esto para decir que, en realidad, no sé qué es eso que tanto se parece a la música, a la eternidad, en esta novela donde Luis Landero cuenta sus memorias de juventud. Habría querido comentar este punto con el profesor Joan Pastrana, cuyos métodos siempre fueron muy particulares.
Sobre la música, por ejemplo, Joan Pastrana decía en sus diarios lo siguiente: "Lo que hay de abstracto en la música solo puede comprobarse en la dureza y en el silencio de las piedras". Y mostraba orgulloso, a sus alumnos, un pedazo de mármol que siempre llevaba en el bolsillo, y hacía ademán de lanzarlo con fuerza contra una de las ventanas del aula. Luego volvía a metérselo en el bolsillo y permenecía callado unos minutos. "Porque solo así oímos", escribe Joan Pastrana en su diario, "la música de lo que no llega a suceder".
Me pregunto qué habría pensado Joan de la maravillosa música de El balcón en invierno

20 sept 2014

Un buen intento

Intentaba decir una palabra como escribir una novela, como el paracaidista que se lanza sobre una X dibujada en un campo solitario. Como vivir. O no.

12 sept 2014

Lección de economía

He leído en Walden acerca de los míticos cortadores de hielo que cada invierno acudían a la laguna. Me habría gustado ser uno de ellos; de haber podido elegir una profesión y no un camino, me habría entregado a ese afán de cortar con un hacha el agua cuando está más cerca de la madera que de seguir siendo agua.
Las capas de hielo, para conservarse como tal, deben permanecer muy juntas y ser lo suficientemente sólidas, gruesas. Una única capa no tarda en deshacerse bajo la mera presencia del aire, mientras que entre todas pueden mantener la temperatura durante meses o años, según cuenta Thoreau.
Con el dinero sucede lo mismo, pues se conserva mejor, a temperatura constante, cuando se junta con otras grandes cantidades de dinero. Pero yo habría querido ser rico en hielo cortado por mis manos porque sé que solo queda realmente lo que desaparece, y es de un brillante color azul casi inverosímil atravesado por vetas blancas.

24 ago 2014

Propósito

No aprender: darme cuenta de algo cada día, y que no sea mentira, y que no sea lo mismo del día anterior.

15 ago 2014

El dinosaurio

Cuando levanté los ojos de la mesa, después de no parar de escribir en dos semanas, el dinosaurio todavía estaba allí. Pero se había quedado dormido.

1 jul 2014

Un sueño recurrente

Joan Pastrana me habló una vez de un sueño recurrente. Un sueño neutro, modestamente tranquilo, pero que de tanto repetirse acabó convirtiéndose en pesadilla. No contenía ningún elemento aterrador ni agobiante, todo era de lo más normal, incluso cotidiano. Según luego entendí, era la pura repetición de algo neutro lo que hizo de ese sueño una de las muchas, y a menudo peligrosas, obsesiones de Joan Pastrana.
Consistía en lo siguiente. Joan entraba con una lista de nombres en una sala de espera, donde había un grupo de personas sentadas en sillas plegables. En ocasiones, cuando acababa de leer todos los nombres de la lista, comprobaba que había más nombres en el papel que personas en la sala. Otras veces era al revés: había allí alguno que no había sido nombrado y que, cada vez más pequeño, miraba a Joan desde la orfandad de su súbito anonimato.
Él extraía muy diversas conclusiones de ese sueño. Hablaba de la muerte como de un gran descuido y lo relacionaba con la falta de recursos del planeta Tierra para abastecer a la población mundial. A menudo yo le preguntaba por cuántos de esos nombres recordaba al despertar, y sus respuestas, entre dientes, me parecieron siempre tan esquivas como preocupantes. ¿Estaría yo entre ellos?
No es raro pensar que todo este asunto de las listas y de los que, sentados pacientemente, esperaban a ser nombrados tuviera algo que ver con el inesperado despido de Joan Pastrana. Al fin y al cabo su trabajo de profesor incluía esos mismos elementos que, andando el tiempo, llegaron a aterrorizarle.

14 jun 2014

El mecanismo

Tiene que haber ahora en alguna parte algo funcionando que hace que todo siga funcionando, y tú lo ignoras. Quizá es justamente el hecho de que lo ignoras. Hasta hoy.

8 jun 2014

Papiroflexia

Al desmontar una figura de papel (una pajarita, por ejemplo), verá usted que permanecen en la hoja unas líneas rectas y unos puntos que son las intersecciones entre esas líneas. A eso lo llamaremos coordenadas en un plano bidimensional que es la hoja entera.
Cada noche se levanta la pajarita en todo esplendor, en toda su tridimensionalidad. Pero cada mañana, al despertar, usted verá tan solo un papel en blanco donde, fijándose atentamente, hallará dispersos los mencionados puntos de intersección, rastros de algo azul inexplicable y nocturno, como si fuera cosa del azar que aparecieran justamente ahí, en ese momento, aquejados de una vaga simetría.

1 jun 2014

Profecías

     -Cualquier acercamiento -decía Joan Pastrana, en momentos de extrema lucidez o desesperación- a la historia del futuro de este país debería hacerse desde las claves que encierra El siglo sabático.
     -¿Historia del futuro?
     -Exactamente, amigo Raúl. Lo que ya pasará.
   

16 may 2014

El mundo como enigma adjetival

Dicen que lo primero que surge en la mente del recién nacido, de manera natural, es el adjetivo: esto es blando o duro, dulce o insípido, frío o caliente... La cosa en sí, poseedora de tales cualidades, no aparece sustantivada, nombrada, sino mucho después, cuando se intenta la comunicación con el otro desde el recuerdo y la invocación. Antes del sustantivo y del verbo, el niño se ha movido por el mundo usando parámetros puramente adjetivales.
Si pudiera escribirse un texto así, con nada más que adjetivos que eludieran los nombres de las cosas, esas incomprensibles líneas serían como dejar que el mundo nos naciera de nuevo.

8 may 2014

Decisivos e inútiles

¿Cómo dar a entender que cada poema mío ha sido decisivo en su maravillosa inutilidad? Lo debiera decir de otra manera: lo puse tanto todo en cada uno de ellos que a veces me sentía suficiente y fugaz a partes iguales, decisivo e inútil como un último gesto heroico cuando ya ha pitado el árbitro. También ciertas llamadas telefónicas cuando cae la noche, y algunas cartas cuando se escribían cartas, y el vuelo equivocado de las palomas mensajeras cuando había algo que decir.

27 abr 2014

El montañero invisible

El montañero invisible sube a la montaña invisible para contemplar el invisible paisaje nevado, pero su rastro invisible, inevitable, no se puede borrar. Así fue con Joan Pastrana.

9 abr 2014

Esta noche

Esta noche también, como todas, iré corriendo al encuentro con la poesía y me tropezaré con un poema.

3 abr 2014

Lo propio, lo universal

Tratar lo propio como si fuera universal, lo universal como si fuera propio. Y en algún punto de ese camino de ida y vuelta, citarse con la muerte.

2 mar 2014

Retrato de un hombre desnudo

Qué difícil dormir mientras a uno le hacen un retrato de hombre desnudo. Yo casi lo logré tres veces, pero siempre despertaba al poco, sobresaltado, y abría bien los ojos como si solo así pudiera ver el golpe definitivo desde la confusa coordenada de una dimensión remota.
La vez primera la encontré agarrando bien el lápiz para dejar marcada a fuego la silueta de un hombre desnudo, y sonreía.
La segunda me apuntaba a los ojos con una pistola de juguete o simplemente dirigía el falso cañón a algún pelo de mi anatomía para erizármelo, a modo de amenaza.
La tercera no estaba ya delante. Se había marchado dejándome una nota escrita con oscuros caracteres que yo apenas alcanzaba a descifrar. Decía algo así como que el retrato de un hombre desnudo es infinitamente más valioso que lo que ella había contemplado.
La quiero recordar tranquila, sacando punta al lápiz, meticulosamente, en el combado filo de la guadaña.

18 ene 2014

Sobre lo vertical y lo horizontal en la poesía

Cada texto de un libro de poemas debe funcionar por sí solo (verticalidad) y dentro del conjunto (horizontalidad). Su significado original, así, va a alterarse, ampliándose o concretándose, de modo que únicamente en esa tensión de veleta atrapada entre dos vientos opuestos, en ese instante, el poema está vivo.

3 ene 2014

Mar adentro

De igual modo que en medio del océano -en medio de ninguna parte- no hay pájaros, pues carecen de rama o piedra donde detener su vuelo, así debe de existir un lugar dentro de nosotros -de ti y de mí- donde no se conciban las palabras y todo lo llene un gran silencio.
Un pájaro allí es tan improbable que casi resulta mágico, un error de apreciación o un producto defectuoso de la imaginación enajenada del poeta. Ese de ahí, por ejemplo.