8 jun 2014

Papiroflexia

Al desmontar una figura de papel (una pajarita, por ejemplo), verá usted que permanecen en la hoja unas líneas rectas y unos puntos que son las intersecciones entre esas líneas. A eso lo llamaremos coordenadas en un plano bidimensional que es la hoja entera.
Cada noche se levanta la pajarita en todo esplendor, en toda su tridimensionalidad. Pero cada mañana, al despertar, usted verá tan solo un papel en blanco donde, fijándose atentamente, hallará dispersos los mencionados puntos de intersección, rastros de algo azul inexplicable y nocturno, como si fuera cosa del azar que aparecieran justamente ahí, en ese momento, aquejados de una vaga simetría.